jueves, 2 de julio de 2015

Los primeros viajes de Valentina en avión y algunos tips de viaje II

Hoy os traigo la segunda parte de nuestro viaje. Después de pasar las navidades y la noche vieja en Boston, el día 1 de Enero cogimos el avión con destino a Lima.

Era un viaje muy esperado porque mi familia iba a conocer por primera vez a Valentina, sobre todo por mi madre y eso hace mucha ilusión! También os tengo que decir que estaba muy nerviosa ya que era la primera vez que viajaba yo sola son Valentina.

Vuelo Boston - Lima (vía Miami) 

El viaje a Lima no fue directo, ya que desde Boston no se realizan vuelos directos, así que nos tocó hacer parada en Miami. El vuelo duró unas cinco horas y la mayor parte del vuelo Valentina se la pasó durmiendo ya que nos levantamos muy pronto porque nuestro vuelo salía temprano.




Ropa: Ya que en Boston era invierno y un invierno muy fuerte, salimos de casa muy abrigadas porque las temperaturas por las mañanas suelen estar a -0. La vestí con leggins, calcetines gordos, camiseta manga larga, jersey, zapatillas, gorra, guantes y abrigo. Una vez en la puerta de embarque nos quitamos el abrigo y demás accesorios para el frío ya que en Lima no nos iban a hacer falta porque allí era verano y se los dimos a papá.

El carro: Al igual que en el anterior viaje nos lo llevamos. Sólo que esta vez al igual que los abrigos también nos dejamos el saco de invierno del carro.

Bolso de la peque: metí pañales, toallitas, cambiador, apiretal, termómetro, agua, galletas, fruta, yogurt y camisetas manga corta. Además de todos nuestros documentos y mi cartera.

Controles USA: Esta vez los controles fueron rapidísimos porque fue un vuelo nacional. Pasamos las dos juntas por el arco de seguridad, chequearon nuestros pasaportes y listo.

Cinturón de seguridad: El avión iba lleno pero a nosotras nos sentaron en un asiento de tres y el asiento del medio estaba vacío, por lo tanto Valentina se sentó y le abroche el cinturón de seguridad, es más es algo que le gusta mucho, hasta le cogió maña :)

Una vez que el avión despegó y que pudimos desabrocharnos el cinturón, Valentina se sentó en mis piernas y le dí teta y a los minutos se queda dormida y se despertó a la hora de aterrizar. Durante esa hora estuvo muy entretenida viendo las revistas y pasando las hojas de un lado a otro. Cuando estábamos listas para bajar del avión un par de parejas felicitaron a la peque por haber estado tan entretenida en el vuelo jejeje eso porque no la conocen y porque estaba medio dormida.

Una vez en el aeropuerto de Miami nos tuvimos que quitar el jersey porque el bochorno era asqueroso, al salir tuvimos que esperar un poco a que bajaran los carros de los peques. De allí tuvimos que emprender camino hacía nuestra siguiente puerta de embarque correspondiente (hasta este momento no sabíamos que lo cambiarían).

Cambios de pañal: Una vez ya cómodas y la peque sentada en el carro busqué un baño porque había que cambiarla. Entramos y lo primero que me encuentro es que el cambiador era una mesa dura como de mármol o algo parecido; en ese caso preferí cambiarla en el carro.

Emprendimos de nuevo el camino y quien me iba a decir que ese trayecto de una puerta de embarque a otra me iba a tomar casi las cuatro horas que teníamos de espera. Teniendo en cuenta que: quería teta, agua, caminar, pararse a ver y tocar todo lo que le llamaba la atención, irse corriendo en dirección contraria de hacía donde íbamos y que nuestra puerta de embarque estaba en la otra punta del aeropuerto...

Una vez más pasamos los controles de seguridad y todo fue rápido y tranquilo.

Comida: Una vez que visualizamos nuestra puerta de embarque nos fuimos a una cafetería a comprar un sandwich que contuviera pollo o pavo. Los sandwichs por lo general suelen ser grandes, así que con uno es suficiente.

Una vez sentadas a que nos llamaran para embarcar me pareció raro que no vea a ningún compatriota ya que todo hablaban inglés. Me acerco y le pregunto a la chica que estaba en la puerta y me dice que lo han cambiado. Vaya! A coger el bolso, el carro y a Valentina y a correr que faltaba muy poco y ya nos veía a las dos perdiendo el avión. Además que con las prisas tuvimos que dejar de comer y meter el sandwich como sea en el bolso.

Llegamos y justo nos estaban llamando para que nos acerquemos al counter a cambiar los billetes. La chica fue muy amable y me explico que nos iban a sentar en un asiento de tres para que ella descansará mejor porque el avión no iba muy lleno. Que suerte tuvimos! Y es que no todo iba a ser prisas.

En el siguiente post os contaré la última parte de nuestro vuelo de regreso a Boston que digamos no fue muy agradable...

Os dejo con algunas imágenes del aeropuerto de Miami para que os hagáis una idea de su tamaño, eso sí todos los pasillos estaban llenos de tiendas y restaurantes:

Fuente: google

Fuente: google

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